bursitis retrocalcánea

Bursitis retrocalcánea: causas y tratamiento

La bursitis retrocalcánea es una afección que provoca dolor intenso en el talón por una inflamación de la bursa. Te explicamos por qué se produce y cómo podemos tratarla.

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¿Qué es la bursitis retrocalcánea?

Como te decíamos, es un dolor en el talón que se produce al inflamarse la bursa. Pero, ¿qué es la bursa?

  • Es un saco lleno de líquido, una especie de cojín entre los tendones y los músculos.
  • Lo que ese líquido hace es aliviar la fricción durante el movimiento.
  • Si la bolsa que contiene el líquido (la bursa) se irrita o inflama, provoca dolor.
  • Ese dolor nos puede impedir caminar, correr o simplemente tocar el tobillo.
  • Por lo tanto la bursitis es la inflamación de la bursa.

 

¿Cómo se produce?

Si queremos evitar que suceda, debemos saber cuáles son sus causas.

La bursa está presente en muchas de las articulaciones del cuerpo. La que tratamos hoy se encuentra en la parte posterior del talón, encima del hueso calcáneo.

Cuando sometemos el talón a una presión excesiva o repetitiva, a traumatismos o a calzado inadecuado, podemos desarrollar bursitis.

Causas o factores de riesgo de esta afección:

  • Ejercicio muy intenso
  • Incrementar el nivel de actividad de manera súbita sin adaptación progresiva
  • Cambiar el nivel de actividad de manera drástica
  • Artritis o inflamaciones constantes

 

¿Cuáles son sus síntomas?

Con el fin de determinar cuándo es necesario pedir cita en consulta, reconocer e identificar los síntomas de la bursitis retrocalcánea resulta clave.

La sintomatología más habitual incluye:

  • Dolor en el talón: lo notamos en la parte posterior del talón, donde se encuentra la bursa que, en este caso, estará inflamada
  • Sensibilidad: con tan solo tocar la zona del talón, ya sentimos dolor
  • Inflamación y enrojecimiento alrededor del área afectada
  • Crujido al flexionar el pie
  • Rigidez y dificultad para caminar

 

¿Existe tratamiento?

La bursitis es incómoda y puede llegar a ser muy dolorosa, pero no se considera grave. Lo que sí ocurre es que, si no se trata la causa subyacente, puede desencadenar complicaciones.

A priori, el tratamiento consiste en aliviar los síntomas y reducir la inflamación. En casos severos y persistentes puede contemplarse la cirugía para eliminar la bursa inflamada.

El tratamiento de esta afección suele incluir:

  • Reposo: evitar la actividad que nos produce o empeora el dolor
  • Toma de antiinflamatorios: ibuprofeno y naproxeno ayudan a reducir la inflamación y el dolor
  • Hielo: puede servir para aliviar la inflamación
  • Terapia física: existen ejercicios y técnicas que fortalecen músculos y tendones
  • Cambio de calzado: en este caso es muy importante que nuestros zapatos le brinden soporte al talón
  • Inyecciones de corticosteroides: en caso necesario

 

Como ves, la bursitis retrocalcánea no tiene por qué suponer nada más que inflamación, pero es importante tratarla a tiempo para que no derive en calcificación o en un espolón calcáneo. Por lo tanto, ante el más mínimo síntoma, pide cita conmigo.